Esta delicia seguramente complacerá a todos, y aunque no lo crean, es muy simple de hacer.

Para asegurarte de que las piezas del bizcocho estén uniformes, córtalo en cuadrados después de que salga del horno, mientras aún esté caliente.

Ingredientes

 -          1 ½ tazas de harina

-          ½ taza de cacao procesado holandés sin azúcar

-          ½ cucharadita de sal

-          1 taza de mantequilla a temperatura ambiente

-          1 taza de azúcar en polvo

-          1 cucharadita de extracto de vainilla

Preparación

-          Precalienta el horno a unos 300 grados.

-          Tamiza la harina, el cacao y la sal en un tazón mediano. En un tazón grande, bate la mantequilla y el azúcar en polvo con una batidora eléctrica a fuego medio. 

-          Mezcla hasta que quede suave y de color claro, aproximadamente 3 minutos. Agrega la vainilla y mezcla. Suma los ingredientes secos y mezcla a velocidad baja hasta que se forme una masa.

-          Transfiere la masa al centro de una bandeja para hornear forrada con pergamino. Usando tus manos, golpea la masa en un rectángulo de 8 x 10 pulgadas. 

-          Recorta los bordes para que los lados estén rectos y uniformes. Alisa la parte superior de la masa. Pinchar la masa ligeramente con un tenedor.

-          Hornea por 40 minutos. Sabrás que el bizcocho está listo cuando la parte superior ya no brille y se sienta firme al tocarlo.

-          Corta inmediatamente las galletas de mantequilla en rectángulos. Déjalas que se enfríen en una bandeja para hornear sobre una rejilla de alambre durante 30 minutos. 

-          Transfiérelas a la rejilla para que se enfríen por completo. Guarda las galletas en un recipiente hermético hasta por 5 días.