COCINANDO CON VINO

Las personas cocinan con vino por la misma razón que lo beben en un vaso: disfrutan de su sabor único. Pero como cualquier amante del vino te dirá, cada botella cuenta una historia: sobre dónde se cultivó, cómo se almacenó, cuánto tiempo envejeció y qué tipo de vida tuvo en la vid.
Cocinar con vino aporta esas mismas cualidades a la comida, agregando matices y sabor que de lo contrario el plato carecería. Aquí hay algunos consejos para cocinar con vino que se sumarán a la experiencia.
Seleccionar el vino adecuado para cocinar no tiene por qué ser una elección difícil. Si no comprarías un corte de carne inferior para servir a tus invitados, entonces no cocines con vino de baja calidad. Recuerda que tu objetivo es mejorar la comida.
Comienza con vinos de gama media que considerarías servir en un ambiente informal y hogareño, y deja que el sabor de tu plato guíe tus elecciones.
Una salsa ligera de vino de Sauvignon Blanc es perfecta para preparar pescado o pollo, y es un complemento ideal cuando se sirve con la comida. Si planeas compartir tu Pinot Noir favorito, ve si el enólogo hace una botella menos costosa o selecciona otro Pinot de la misma región para cocinar.
Al cocinar con vino, se debe tener cuidado de incorporarlo en el momento adecuado. El vino debe hervirse, apagarse a fuego lento y luego reducirse para obtener resultados óptimos. Hervir concentra el sabor, la acidez y la dulzura. Es por eso que cuando se preparan salsas o sopas, se agrega hacia el comienzo de la receta, generalmente justo antes de agregar el caldo, para que pueda concentrarse en el sabor y quemar la mayoría, aunque no todo, de su alcohol.
Cuanto más cocines con vino, más hábil serás para predecir cuáles funcionan mejor con tus comidas favoritas.
Prueba, explora y disfruta.